viernes, 6 de enero de 2017

Consejos para evitar Malestares estomacales durante el verano

 Malestares estomacales durante 

el verano



En vacaciones solemos cambiar nuestra alimentación, lo que puede generarnos trastornos digestivos. ¿Cómo alimentarse mejor y disfrutar la estación sin sobresaltos? 


Durante el verano, la dieta que solemos llevar en el año tiende a cambiar. 
Al tener más encuentros sociales, vamos acumulando más asados, picadas, tragos frutales y postres de los que estamos acostumbrados. Sobre todo si viajamos por vacaciones, nuestra alimentación puede modificarse abruptamente si la comida típica del destino es muy distinta a lo que comemos usualmente.
Todo esto nos genera posibles trastornos digestivos“Sean buenos o malos, todos tenemos hábitos alimenticios. Nuestra forma de relacionarnos con la comida se va consolidando en hábitos, en función de nuestras preferencias y costumbres, y marginamos los alimentos que nos producen determinado nivel de rechazo o intolerancia. Cuando nuestros hábitos alimenticios se ven modificados abruptamente por algún factor exógeno, como el irse de vacaciones, esto puede acarrear malestares a nuestro sistema digestivo”.
¿Cómo alimentarse mejor y disfrutar la estación sin sobresaltos? 
Los especialista brindan algunos consejos simples para preservar la armonía de nuestro sistema digestivo en esta época del año:
Tomá abundante líquido.
Procurá evitar una modificación rotunda de los hábitos alimenticios que mantenes durante el resto de esta estación. Permitite incorporar alimentos nuevos, e incluso no dietéticos, pero tratá de que tu alimentación no sea totalmente diferente durante el período de descanso.
Evitá excesos en la ingesta de fritos, bebidas alcohólicas, budines, facturas, galletas dulces, frutos secos, gaseosas, café y tabaco; ya que incrementan la formación de productos llamados radicales libres y aldehídos, que son tóxicos para las células de nuestro organismo.
- Intentá incorporar alimentos ricos en vitaminas E (leche, yema, aceites de pescado, aceites vegetales de maíz, semillas de girasol, espinaca, brócoli, cereales y margarinas), C (cítricos, fresas, kiwi, pimientos, coles, rábano, batata, perejil, hígado y riñón) y A (zanahoria, tomate, frutillas, carne y leche), ya que tienen efectos antioxidantes y antiinflamatorios. También son fuentes de antioxidantes las nueces, canela, orégano, chocolate negro y té.
En caso de no poder cumplir estos requisitos o recomendaciones, se puede consumir algún protector hepático, previa consulta al médico.
Silvina Iturbide
https://www.facebook.com/extraccionistas/







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